jueves, 2 de febrero de 2012

Perturbación 2

Eran las 4.
Desperté entre sudores, lagrimas y convulsiones. Las pesadillas con mi padre me atormentaban cada día más. Quería morir. Llevo años sin ser feliz, llevo años solo emocionalmente y pienso que nada va a cambiar o que nada puedo hacer yo por cambiarlo, creo demasiado en el destino, es lo único que le daría sentido a mi vida.
Como no podía volver a dormir me levanté y me asomé a la ventana. Daba a la calle y estaba lloviendo. La calle estrecha apenas contaba con dos farolas, una a cada extremo. En el medio descansaba, bajo mi atenta mirada, un contenedor y un cartón de vino. Ni siquiera los coches aparcaban allí.
Volví a mi habitación y la imagen era aun mas deprimente. Olía a humedad, tenía dos goteras, era fría y el mobiliario... escaso. Mesita de noche con lampara, armario pequeño y escritorio donde solo había ropa. Lo odiaba todo. Lo único que me gustaba era la cama grande y cómoda.
No me puedo quejar, es el precio de luchar por tus sueños. Hace ya casi un año que empecé a actuar, que deje la comodidad de la casa de mis abuelos, donde no me sentía completo y me vine a Madrid a buscar suerte.
Todas las noches sueño con ese loco pirómano, mi padre, al que solo reconozco por una foto en mi cartera.
Mi madre, nada se de ella desde que me dejo con mis abuelos cuando yo tenía 10 años. El recuerdo mas nítido que tengo es la cicatriz que va desde el lado derecho de mi frente hasta la mejilla izquierda pasando entre los ojos, pero no me gusta hablar de eso.

Me llaman Jocker y este es un resumen de mi vida a grosso modo. Creo que soy una mala persona pero esa etiqueta no soy quien para ponérmela.

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